En un giro inesperado dentro del mundo empresarial y político, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado que adquirirá un vehículo Tesla en apoyo a Elon Musk, CEO de la empresa automotriz. La decisión de Trump se produce en un contexto de creciente controversia en torno a Tesla, que ha experimentado una significativa caída en la bolsa y se ha convertido en el centro de un boicot impulsado por sectores críticos con la relación entre Musk y el gobierno.
El anuncio de Trump y su impacto político
A través de su plataforma Truth Social, el mandatario escribió: “Voy a comprar un Tesla nuevo mañana por la mañana como muestra de confianza y apoyo a Elon Musk, un estadounidense verdaderamente grande”. Esta declaración no solo marca un gesto de respaldo hacia el empresario, sino que también intenta contrarrestar el impacto de los recientes ataques contra Tesla y la percepción negativa que ha ganado la compañía entre ciertos sectores del público.
El anuncio llega en un momento crítico para la empresa. En las últimas semanas, el valor de las acciones de Tesla ha disminuido en un 15,4%, lo que ha generado incertidumbre entre los inversionistas. La caída de la empresa en bolsa ha sido atribuida a varios factores, entre ellos la reducción de ventas de vehículos eléctricos, la creciente competencia en el sector y la controversia por el papel de Musk en la administración Trump, donde lidera el recién creado Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE).
Las protestas y el boicot contra Tesla
La relación de Musk con Trump ha desatado una ola de protestas en diversas ciudades de Estados Unidos. En Portland, Oregón, cerca de 350 manifestantes se congregaron frente a un concesionario de Tesla en señal de rechazo. En Nueva York, las protestas desembocaron en enfrentamientos con la policía y la detención de al menos nueve personas.
Además de las manifestaciones, Tesla ha sido blanco de ataques vandálicos. En Colorado, una mujer fue arrestada después de lanzar un cóctel molotov contra un Cybertruck estacionado frente a un concesionario de la compañía. Este tipo de acciones han puesto en evidencia la creciente polarización en torno a la empresa y su fundador.
La respuesta de Elon Musk
El CEO de Tesla, Elon Musk, no tardó en responder al apoyo expresado por Trump. A través de su red social X, Musk agradeció el gesto del presidente con un mensaje simple pero contundente: “Gracias, señor presidente. Seguimos avanzando”.
Si bien el mensaje de Musk no abordó directamente la crisis que atraviesa su empresa, dejó entrever su intención de mantener su cercanía con el gobierno y de minimizar el impacto de la polémica en los negocios de Tesla.
¿Puede Trump salvar a Tesla?
La decisión de Trump de comprar un Tesla podría interpretarse como un intento de reforzar la confianza en la empresa, no solo entre los inversionistas, sino también entre los consumidores que ven con buenos ojos su gestión presidencial. Sin embargo, algunos analistas dudan de que este gesto pueda revertir el impacto del boicot o de la caída en ventas.
Tesla sigue siendo una de las marcas más influyentes en el mercado de vehículos eléctricos, pero la incertidumbre política y la controversia en torno a Musk podrían seguir afectando la percepción de la compañía. La administración Trump, por su parte, podría buscar medidas adicionales para proteger la industria tecnológica y automotriz ante posibles sanciones o restricciones comerciales promovidas por sus opositores.
Conclusión
La relación entre Donald Trump y Elon Musk ha demostrado ser un factor clave en la dinámica actual de Tesla. Mientras algunos ven la compra de un Tesla por parte del presidente como un respaldo necesario, otros consideran que la vinculación de la empresa con la política podría tener consecuencias adversas en el largo plazo.
Lo que es seguro es que Tesla continuará siendo un actor central en el debate político y económico de Estados Unidos. Resta por ver si el respaldo de Trump logrará mitigar el impacto del boicot o si, por el contrario, intensificará aún más la controversia en torno a la compañía.