Valve ha anunciado la eliminación de su popular función Steam Family Sharing, en un movimiento que ha generado gran controversia entre los jugadores. A partir de ahora, los usuarios solo podrán compartir sus juegos con miembros del mismo hogar y país, poniendo fin a la posibilidad de compartir bibliotecas con amigos y familiares a distancia. Este cambio, que muchos consideran un retroceso, ha provocado una ola de críticas en la comunidad gamer.
Un golpe a la comunidad: Valve restringe el acceso a los juegos compartidos
Desde su lanzamiento en 2013, Steam Family Sharing fue una de las funciones más valoradas por los jugadores, permitiéndoles compartir sus bibliotecas digitales sin restricciones geográficas. Sin embargo, este modelo ha llegado a su fin. Ahora, con la implementación del nuevo sistema Steam Family, solo los miembros de un mismo hogar y país podrán acceder a los juegos compartidos, eliminando por completo la flexibilidad del sistema anterior.
Este cambio pone en evidencia una realidad innegable: con el avance de las compras digitales, los jugadores han perdido la posibilidad de compartir sus juegos como lo hacían en la era de los CDs y DVDs. Antes, prestar un título a un amigo o intercambiar juegos era una práctica común y natural. Ahora, con la digitalización total del mercado, las grandes empresas han impuesto restricciones que limitan lo que los usuarios pueden hacer con los productos que compran. Aunque los juegos ya no ocupan espacio físico, las restricciones digitales han hecho que pertenezcan menos que nunca a quienes los adquieren.
Steam Family: ¿Una mejora o una excusa para restringir?
Con Steam Family, hasta seis personas podrán compartir una biblioteca de juegos, pero con una condición clave: todos deben residir bajo el mismo techo. En contraste con Family Sharing, esta nueva función permite que varios usuarios jueguen el mismo título simultáneamente, conservando sus propios progresos y logros.
Sin embargo, para muchos jugadores, la posibilidad de jugar en simultáneo no compensa la pérdida del acceso remoto. La comunidad ha expresado su frustración ante lo que consideran una estrategia para aumentar las ventas individuales de juegos, reduciendo las opciones de los usuarios para compartir sus títulos con amigos y familiares que no viven en la misma casa.
El enojo de la comunidad: “Steam nos ha quitado nuestra libertad”
El descontento no se ha hecho esperar. En foros como Reddit y la Steam Community, los jugadores han expresado su indignación ante lo que consideran un golpe a su libertad de compartir.
Un usuario escribió: “Fueron doce años fantásticos donde pudimos navegar juntos libremente, pero el viento ha muerto y las velas han sido arriadas. Adiós, mis compañeros aventureros”. Otro comentó con ironía: “Gracias, Steam, por recordarnos que, aunque pagamos por nuestros juegos, nunca son realmente nuestros”.
A pesar de las críticas, algunos jugadores encuentran un lado positivo en el nuevo sistema, destacando la ventaja de poder jugar sin interrupciones cuando alguien más usa la biblioteca compartida. Sin embargo, la restricción geográfica sigue siendo un tema de controversia.
¿Un cambio definitivo o habrá marcha atrás?
La comunidad espera que Valve reconsidere su decisión, pero la empresa no ha dado indicios de dar marcha atrás. Por ahora, los jugadores tendrán que adaptarse a las nuevas reglas de Steam Family, mientras buscan alternativas para seguir compartiendo sus juegos sin las limitaciones impuestas por la plataforma.
Lo que es seguro es que este cambio ha dejado una huella en la comunidad, marcando el fin de una era de libre acceso a bibliotecas compartidas y reforzando la percepción de que las grandes empresas cada vez buscan más control sobre cómo los usuarios disfrutan de sus juegos digitales. La era en la que un disco podía prestarse, revenderse o intercambiarse ha quedado atrás, y con cada nueva política, los consumidores se ven más atados a restricciones que los alejan del verdadero sentido de la propiedad.